Hay muchas novedades sobre las que comentar algo ahora que llevamos tres meses aquí. No obstante, voy a dedicar este post al pésimo sistema de salud de la provincia de Québec, muy a pesar de que estén orgullosos del mismo.
Las tarjetas de salud (carte soleil, porque hay un sol brillante impreso en ella), imprescindible para que nos atiendan, llegaron ayer, unos días después del primero de marzo, como estaba previsto. Hasta ahí bien, la parte administrativa, aunque dura y tediosa, funciona bien.
El problema viene cuando se necesita ir al médico y no es una urgencia vital, ya que los hospitales están para eso, menos mal.
En primer lugar, para encontrar a un médico de familia, tienes que ir llamado a clínicas, la mayoría de las cuales responden que ya no cogen más pacientes. Si encuentras una que aceptan, es sólo con cita previa, para lo cual te toman los datos y te responden que ya te llamarán. Mientras tanto, uno está enfermo y a la espera indefinida, con la consiguiente angustia, deseperación, impotencia, etc.
En segundo lugar, para que el MSSS (Ministère de la Santé et des Services Sociaux) te asigne un médico de familia, si no quieres hacer las gestiones anteriores, necesitas inscribirte en línea y esperar mucho pero que mucho tiempo. Y el problema es que es estrictamente necesario para que tengas acceso a un especialista, que no te atiende si no eres derivado.
Conclusión: más vale no ponerse enfermo, cuidar muy bien tu salud (más de lo siempre recomendable) y hacer las gestiones cuanto antes mejor para que el tiempo de espera se acorte.
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